miércoles, 22 de abril de 2015

CUANDO LA ALTERNANCIA NOS HACE BIEN


La alternancia de partidos dentro del sistema democrático es una nota esencial de ella.  Y la carencia de esta alternancia de partidos en el poder, es el mejor caldo de cultivo de una dictadura.
Por eso ya somos  muchos los que pensamos que en la Municipalidad de Asunción (y en otros pueblos y ciudades también) es necesario un cambio de partido en la  persona del Intendente y en los Concejales. Veinte años seguidos en el poder político son suficientes para fomentar la corrupción, la discriminación, el robo de bienes públicos o la concesión de permisos como el dado a Cargill.
Concretamente, en Asunción los aspirantes a  los cargos de Intendente y Concejales  son grandes grupos.
Uno  lo forma el Partido  Colorado que, aunque dividido, acabará uniéndose ante el peligro de acabar su autonomía.
El otro  está formado por aquellos que llamamos de izquierda o progresistas. Aspira a hacer desaparecer la corrupción de veinte años y presenta alternativas muy interesantes de futuro.
Desgraciadamente este segundo grupo está dividido en dos bloques uno liderado por Mario Ferreiro y otro por tres aspirantes que firmaron un pacto patriótico para apoyar al mejor. Y detrás de cada grupo existen partidos y movimientos entusiasmados en lograr la victoria eleccionaria.
Expreso a continuación la opinión mayoritaria que encuentro en entre los ciudadanos que quieren  la alternancia.
Primero, ninguno de los  dos bloques de izquierda y progresista tienen posibilidades de ganar si ambos se presentan por separado. Si van juntos, es tanto el malestar existente de un único partido, que ganan.
Segundo, en esta espera de la unión necesaria  deben de cesar, durante las negociaciones, lo  que ya ha comenzado de arrojar “basuras” al adversario.
Y, finalmente tercero, el seguir  atacándose sería señal de fanatismo o de estar apoyando la división en favor del Partido Colorado. Y de ambas cosas han de responder ante la ciudadanía.

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