martes, 10 de marzo de 2015

CAMBIAR EL BIEN COMÚN POR CUOTAS DEL BOTÍN



Comienza uno de los momentos peores de nuestra corrompida politiquería a todos los niveles.
Volverán los votantes fantasmas traídos del interior o del lejano Chaco. Aunque   propiamente  el  TSJE no necesita que vengan. Pero sus votos en barrios  como Jara, Recoleta, (por ejemplo) ganarán candidaturas parciales.
Inclusive en las internas se mueven contingentes  de correligionarios de una mesa a otras de acuerdo a las fuerzas de poder.
Candidatos abundan, seguros de no conseguir la victoria, pero sí de negociar luego con su candidatura para obtener ventajas económicas o  de trabajo.
Por Constitución tenemos el derecho y el deber del  sufragio, pero tal como está, me dicen que es como jugar un partido de futbol con reglas de juego a favor del otro equipo  que, además tiene el árbitro   comprado. Un tema que propongo a discusión pública con presentación  de las múltiples pruebas que se tienen.
Con todo esto se comprenden muchas cosas.
El abandono de la ciudadanía en un tema tan esencial que ha hecho posible su extremada corrupción.
La victoria  de un  mismo partido a pesar de su mal gobierno, utilizando todo el poder del Estado.
La prepotencia de quienes se saben siempre ganadores antes de los comicios por las trampas que se hacen desde la compra de votos al comienzo hasta el cambio de las cifras  finales. Resultado que atribuyen luego a las bondades del partido político ganador.
Se supone en unas elecciones que  lo principal sea la voluntad popular que concientemente expresa su voto con el sincero deseo de bien común del Paraguay.
Pero, en realidad, los dueños del  país,  conciben las elecciones como el ganar un botín económico y de poder a como sea, no importando si los medios no sean éticos o,  incluso, contrarios a la justicia.
El artículo de mañana es  “Cuando un medio se convierte en fin”.

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