jueves, 8 de enero de 2015

FRANCISCO Y PEPE



Son las dos personas que más han marcado al  mundo en el 2014 y que todavía siguen entre nosotros.
Francisco desde su elección llamó la atención. Aquel día antes de dar la  bendición, la pidió con humildad a los centenares de  miles que llenaban la plaza de San Pedro en Roma. Y, luego comenzaron a divulgarse detalles de su vida en el Vaticano,  nunca vistos en un Papa.
Su último gesto es su felicitación a los cardenales de la curia romana por la Navidad. Elijo dos  trozos de ella.
''La enfermedad de Alzheimer espiritual: Es decir, la de olvidar  la historia personal con el Señor, el "primer amor". Es una disminución progresiva de las facultades espirituales... Lo vemos en los que han perdido el recuerdo de su encuentro con el Señor...en los que construyen muros alrededor de sí mismos y se convierten, cada vez más, en esclavos de las costumbres y de los ídolos que han esculpido con sus propias manos''.
''La enfermedad de la ganancia mundana, del lucimiento: Cuando el apóstol transforma su servicio en poder, y su poder en mercancía para conseguir beneficios mundanos. Es la enfermedad de la gente que busca insaciablemente multiplicar su poder y para ello son capaces de calumniar, difamar y desacreditar a los demás. Naturalmente para lucirse y demostrarse más capaces que los otros''.
En cuanto a Pepe, el admirado presidente del Uruguay, cada vez que recibo unas palabras suyas  por Facebook, las copio porque son las que más adherentes tienen siempre.
Coincide con Francisco en su humildad  y sencillez de vida, en su sinceridad. Un presidente único en su especie. Recuerden su discurso en la ONU. Nadie nunca les había hablado así.
Dejo una de sus frases: “A los que les gusta mucho la plata hay que correrlos de la política”.
Título del artículo de mañana día martes seis “Algo que admiró al mundo”.

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