martes, 16 de diciembre de 2014

¿EN CUÁL DE LOS DOS PROCESOS ESTAMOS?




Es un engaño considerar a  los años, las etapas de un gobierno o los acontecimientos como islas solitarias que nada tuviera que ver con otras. Esto de islas solitarias  puede ocurrir en la geografía, pero en el transcurrir de la vida humana existen procesos con etapas que son un avance o un retroceso de la anterior. Así avanzamos o volvemos atrás. Y, por supuesto, no existe un solo proceso sino varios que corren, muchas veces, en pugna o paralelos
Uno es el proceso colonial.  Tan antiguo como la historia humana con períodos de auge y de ocultamiento. Y que últimamente se nos presenta con formas nunca antes vistas  y que por eso los llamamos “neo colonialismo”.
Toda colonia se sostiene por una fuerza extraña que invade. Ejércitos, naciones o bancos. Últimamente por un complicado sistema financiero y de hegemonías políticas y culturales difíciles de desmontar.
En América Latina bajo el nombre de neoliberalismo se aúnan el poder de los EE.UU. con el de las multinacionales, entidades a nombres de privados, las mafias incontroladas, y los gobiernos sometidos o más o menos libres de las diversas naciones. Todo esto marcha hacia una  misma dirección  en diferentes etapas.
El otro proceso es el de liberación. Su fin es librarse de las fuerzas externas y creativamente avanzar hacia una plenitud de vida que en un momento concreto cuajó en tres palabras “Igualdad, libertad y fraternidad”. Tan antiguo como la historia humana, con períodos de auge y de ocultamientos.
De los nombres de los que lo impulsaron están llenos los monumentos nacionales. Aunque siempre olvidan al protagonista principal: el Pueblo humilde que hizo posible las victorias  de sus héroes.
Como todo proceso también tiene sus etapas de victorias y de fracasos, pero este proceso  nunca se detiene.
¿En cuál de los dos procesos estamos? Pregunta clave de la que depende el Paraguay.

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