miércoles, 13 de agosto de 2014

NO HAY JUSTICIA




El lunes de mañana estuve visitando a Rubén Villalba en el penal de Tacumbú.
Ruben, con otros compañeros, fue acusado en la audiencia  preliminar de delitos por los que se le pediría más de 25 años. Sin embargo, después de una huelga de hambre de 59 días a los cinco se les concedió el arresto domiciliario.
Cuando llegaron a Curuguaty,  Rubén fue enviado de  nuevo a Tacumbú.
Fue acusado de otro presunto delito más leve y así lo mantienen en Tacumbú.
Encontré a Rubén enfermo. Tiene dolores de cabeza y no ve por el ojo izquierdo  por la herida de bala que recibió en Marina Kue. Además el ojo derecho le tintinea, por lo que ya no puede leer. El corazón le duele con una fuerte taquicardia.
Nada de esto se puede curar en Tacumbú. Pero, nada de esto parece interesarle a la actual administración del Estado.
El lunes de tarde me llegó la noticia que el Ministerio de Salud tenía planes de cesar en su trabajo del Bañado Sur a la funcionaria Doctora enfermera obstetra Victoria Paredes “por mal desempeño  de sus funciones”.
Desde  septiembre de 1996, la conozco bajando todos los días al Bañado Sur para trabajar en la Clínica Parroquial. Siempre ha sido  notable su dedicación, cercanía a la gente, sus reuniones con las mujeres para tratar  problemas de salud. Una persona muy querida  y con un crédito a su favor desde hace  18 años.
La pregunta es ¿por qué ahora este cese como funcionaria entre nosotros?
La respuesta quizás venga por la determinación de desalojo de los bañadenses.
El negocio inmobiliario de Samaniego y otros exige el desalojo de los bañadenses y el despido de aquellos funcionarios que están a favor del Pueblo.
Junto a la expulsión de la Dra. Victoria Paredes está la de una joven madre, Cinthia Núñez, por las  mismas causas.
¿Nos quedaremos en cobarde silencio?

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