lunes, 12 de agosto de 2013

PRESIDENTE ELECTO: PONER UN LÍMITE A LA SOJA

Sobran estas palabras si solamente  vivieran en nuestro país ese 2% que es dueño del 80%  de las tierras.


Pero, resulta que además de las “200 familias”, existe un millón  relacionados con ella, dos millones de personas desde clase media para abajo y los dos millones y medios de pobres. Y todos somos el Paraguay.

En otras palabras: no existe solamente el Estado ganadero  y  el Estado sojero, sino también otro más  extenso que es el Estado medio y el  Estado campesino con casi el  40% de la población.

Hablemos del Estado  sojero. En el 2003 tenía 1,5 millones de Hectáreas. Hoy tiene 3,1 millones de Hectáreas.  En diez años ha duplicado su extensión.  Esto costó que 900.000 campesinos fueran expulsados o huyeran del campo con las intoxicaciones.

El proyecto existente es pasar  de las 3.000 hectáreas a las 6.000.

Frente a este crecimiento, el economista Luis Rojas, nos habla de “campesinos y campesinas e indígenas que se niegan a dejar de ser lo que siempre fueron: gentes del campo, unida a la tierra”.

El País sojero quiere  seguir sacando a los campesinos.

Y el economista Luis Rojas nos avisa del modo sutil con que el Ministerio de Agricultura, la UGP y los sojeros piensan lograrlo.

“Convierten al Indert, sin sus dos fuentes de financiamiento, en un cascaron vacío sin nada que ofrecer a los campesinos. Y para eso crean el IRAGRO que  es el  IMAGRO adaptado”.

Se le ha explicado todo esto a la ciudadanía y la reacción ha sido fuerte.  “Hay que frenar el avance de la soja, delimitando lo que ya tiene para no crecer más. Y en el resto hacer la  Reforma Agraria Integral”.

El Paraguay que no es ni sojero ni ganadero tiene derecho a existir. Y esto me pidió  que llegara al Presidente  electo. No, como un favor. Sí, como una exigencia.

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