jueves, 8 de noviembre de 2012

TENEMOS QUE SANAR EL CORAZÓN



De todos los paraguayos y paraguayas. Por supuesto que esto se tiene que hacer en todos los países. Pero, nuestro corazón tiene aspectos especiales.

Los sentimientos nos arrastran en aciertos y  desaciertos. Y cuando se necesitaría tener junto a un corazón hermoso    una cabeza serena como una barra de hielo, el corazón la invade también.
Esto se nos da en la formación de una pareja y su desarrollo. Y así nos va en las familias.

Pero, también ocurre en la política y todavía  en mayor grado. No la pensamos, la sentimos.

 Aunque, en realidad, haya un grupito que sí la piensa  fríamente y son los que nos mueven, allá arriba, como a los hilos  de  una marioneta.


 Así nos tuvieron sesenta  años atrapados y nos van a tener otros sesenta, porque esto de  sustituir la razón por los sentimientos no es exclusivo de los dos partidos tradicionales sino también de los  más progresistas y recientes.

Sinceramente,  presentarnos divididos en unas elecciones  los que queremos  el Cambio  y cada día aumentar  más la división con decisiones, que serán difícil borrar, no lo comprende hoy la ciudadanía.

Porque poniendo delante la meta de un nuevo Paraguay caen todos los objetivos personales o grupales de poder.
No hay excusa ideológica, ni de poder personal o grupal, ni de ventaja anterior en la militancia, ni de amparo personal en futuros fueros, ni de purificación de indeseables, ni de rencillas de carácter o insultos, que justifiquen que se dividan los representantes actuales que fueron elegidos un 20 de abril por un mismo Pueblo.
Todo eso hay que dejarlo de lado y tragarse los convenientes sapos y culebras, y mantener en alto la posibilidad del triunfo del Pueblo, que por cierto y haciendo todo estos sacrificios, no va a ser nada fácil. Pero, nuestro Pueblo, y dentro de el los más empobrecidos, se lo merecen.


                        DOLOR EN EL BAÑADO SUR
Como en otras ocasiones he tenido que esperar unos días para redactar estas líneas. Los dos niños quemados vivos, en su casa,  el sábado a las 14 horas Adriana (5 años) y Cristian (once meses), nos ha golpeado demasiado.

 Se salvaron tres que huyeron a tiempo. Los cinco eran como una pandilla de gorriones que, abandonados a su suerte, iban por el Bañado a donde los recibían con  cariño o podían comer algo. Aparecían en el CAFA de Mil Solidarios todos los días, y aunque se trataba de reuniones d e madres solteras, ellos se ponían en la  fila de ellas para tomarse un vaso de chocolate con leche y un puñado de coquitos. Luego, salían volando.

Llegaron los bomberos y la policía, pero ya todo estaba consumado. Llegaron los MCS y, como siempre, abundaron en el morbo. Noticia dada con poca humanidad  no respetando el dolor de los asistentes. A cuatro días todavía siguen ahondando en la división sobre quien tuvo la culpa. Por favor déjennos ya tranquilos. El dolor ha sido demasiado grande.

A las seis horas  llegó la fiscala, extraña y prepotente. No supo situarse en la tragedia. Malhumorada, sin tacto para la investigación , cuando todos sufrían.  

De Comueda (Municipalidad) enviaron cinco colchones. Dos nuevos,  pero los otros tres indecentes de sucios , así como algunas frazadas y sábanas. Aquello era una falta de respeto.

¿La culpa?. La pobreza suma . Y la culpa de esta pobreza inaguantable ,en un País millonario en agua, energía, tierra, alimentación y sobre todo en juventud, con un sistema desastroso de distribución de la riqueza apoyado en la casi total corrupción de la clase política.

Invito a todos los lectores a que piensen sobre lo ocurrido en el Bañado Sur. Y que quién esté libre de culpa en esto tire la primera piedra  contra nosotros. No conocen nuestra realidad.


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