viernes, 24 de agosto de 2012

JUICIO ETICO A LOS PARTIDOS POLITICOS


Después del golpe de estado parlamentario express al Pueblo paraguayo en la persona de su legítimo y legal Presidente, Fernando Lugo,  no pocos paraguayos piensan en lo acertado que sería hacer un juicio político a los partidos políticos.
 

No porque los partidos políticos hayan dejado de ser necesarios en el tipo de democracia que tenemos, sino por todo lo contrario. Porque son tan importantes, que al cumplir mal su papel  están arruinando la democracia representativa.

Y no me refiero a sus Cartas Magnas, que suelen ser formidables. Tampoco porque no tengan hombres y mujeres valiosos. Sino porque se han adueñado de ellos los peores de sus miembros.

Para este juicio habría que discutir entre  el Pueblo  la definición y los objetivos del ser un partido político.  Esto tendría luego que matizarse con sus Cartas Magnas fundacionales.

Luego, dar un salto acrobático y ver si su modo de ser actual tiene algo que ver  con lo anterior, fijando las diferencias más esenciales.
En tercer lugar  ver en profundidad las causas de esta degradación.  Si son congénitas y entonces habría que  sustituirlos por otras figuras políticas o son circunstancias individuales o  históricas, que actuaron sobre ellos durante varios siglos.
Finalmente, vendría lo principal. La nueva visión de los partidos políticos, de lo que ha existen gérmenes, aunque no tan conocidos.

Repito lo del comienzo. Los partidos políticos no tienen fueros tras los que puedan esconderse como su miembros que son senadores y diputados. Se les puede poner sobre la mesa y  examinarlos  para ver de qué están enfermos.
¿Perder el tiempo el hacer  todo esto?.  Parece que no. A nadie le gustaría ser representado   en la vida por algo  que  se está pudriendo.

Entonces, ¿por qué no lo hacemos?.

Tal vez por un cierto aguante para  todo lo que es  difícil. Algunos no lo hacen  porque    son “chanchos de su corral”.

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