LA BUENA NOTICIA A LOS POBRES

Por supuesto que todos podemos ser pobres. Aun el más multimillonario en una depresión en salud, es un pobre enfermo y el más sabio del mundo con un ataque de locura en un nosocomio es un pobre mental.

Pero, desgraciadamente, el pobre económico es el más empobrecido de todos porque en él confluyen todos los males de la pobreza. Jesús los llamó “sus preferidos”. Y su buena noticia era “principalmente” para ellos. Y el contenido de esta buena noticia es que son “los predilectos de Dios”, precisamente porque son los más desamparados.

Hasta aquí, podemos leer todo esto y quedarnos tan tranquilos. Y, sin embargo, son las
frases de contenido más revolucionario en todos los tiempos.

Ser seguidores de Jesús, ser cristianos, es comprometerse a hacer realidad en la Tierra (por supuesto con otros que no son creyentes, pero que tienen la misma actitud de vida) esta preferencia de Dios hacia los empobrecidos. Y, esto a todos los niveles: personal y colectivo, familiar y vecinal, social y político, religioso y laico.

Nos reuniremos en la Iglesia para profundizar el compromiso y tomar fuerzas. Cuando lo vivamos nos reuniremos para celebrarlo con alegría. Pero, solamente seremos cristianos auténticos cuando lo vivamos siendo solidarios, ayudando a crecer al pobre en lo social y cuando políticamente diseñemos un sistema equitativo con los pobres.