viernes, 3 de julio de 2009

"TUERCA, TUERCA, TUERCA"


Era la frase del tristemente famoso Sabino Montanaro, ex ministro del Interior de la dictadura que soportamos 35 años. Se la dirigía a sus sicarios que torturaban en Investigaciones, en la Técnica y en Comisarías como la 3ª. Significaba en castellano que a los presos políticos había que apretarles en la tortura hasta que confesaran todo lo que sabían.

Y este nefasto personaje hoy ha aparecido delante de nosotros como un viejito achacoso, real o dopado para que parezca, como el Pinochet de Chile que es un pobre inocente. La ley no permitirá que se le lleve a Tacumbú, eso dicen. Pero tiene que ser juzgado y condenado como fueron juzgados y condenados los que estuvieron a sus órdenes directas: Pastor Coronel, Juan Martínez, Camilo Almada Morel, Lucilo Benítez, Juan Aniceto.
Copio, de la sentencia de la Corte Suprema por la muerte en la tortura de Mario Shaerer Prono en manos de los acusados, estas palabras: “En consecuencia no cabe la menor duda de que en el citado departamento policial (Investigaciones) el funcionamiento al margen de la ley era la norma…” Y, más adelante, insiste: “Este accionar irregular, evidentemente apañado y alentado por las más altas autoridades de la República de esa época, viene a configurar lo que se llama un terrorismo de estado…”.

Sabino Montanaro tiene que dar cuenta ante la Justicia de estos delitos.

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